¿Conoces el poder envolvente de la amapola?
Una flor preciosa, de una intensidad incalculable. En su fascinante eclosión se esconde una vibrante sensualidad que revela la esencia de las mujeres, su faceta más cautivadora. Para rendir homenaje a este elixir, el frasco icónico se viste de un rojo intenso del que irradia la eclosión dorada de la flor emblemática de la casa.
FLOWER BY KENZO celebra esta feminidad con L'Élixir. Un floral gourmand que despliega una estela profunda, única, inolvidable. En la nota de salida, la frambuesa untuosa y la mandarina trazan un acorde afrutado gourmand. La esencia de rosa búlgara se despliega a continuación, sublimada por el absoluto de flor de azahar, para crear una preciosa nota central floral. El Praliné y el Absoluto de Vainilla Bourbon destilan su sensual adicción en la nota de fondo.
Vainilla
Una auténtica incitación al placer entre fuerza y voluptuosidad. La vainilla libera una fragancia intensa, fascinante y adictiva por su multitud de facetas: leche, caramelo, ámbar, miel, madera y especias. Fruto de una orquídea, libera su fragancia sensual bajo la forma de absoluto después de largas etapas de preparación en las que el fruto se transforma en una vaina marrón con una textura flexible y brillante.
Praliné
Un delicioso lujo sorprendentemente suave y rico. El praliné atrae irresistiblemente por sus acordes de almendra, avellana y caramelo y deja una sensual estela sobre la piel. Este acorde creativo de materias primas ha marcado la perfumería moderna y abierto un territorio de adicción que no deja de renovarse.
Rosa Damascena
Un ingrediente noble y único para los perfumistas. Reina de las flores, la Rosa Damascena se recolecta a mano con los primeros rayos del sol en Bulgaria, en el valle de las rosas, y se destila para ofrecer su esencia. Su firma se reconoce entre todas. Una evocación directa de la flor, rica y sensual, con facetas verdes y afrutadas y una feminidad incomparable.
Frambuesa
Una adicción afrutada roja con una textura aterciopelada deliciosa. Esquiva y preciosa, la fragancia natural de la frambuesa se capta y se reconstituye por el perfumista en el laboratorio gracias a una tecnología exclusiva. En perfumería, los frutos, demasiado ricos en agua, no pueden producir esencia natural. Esta técnica capta la fragancia de la materia en su esencia, como una fotografía instantánea de la naturaleza.