El perfume de la felicidad y la alegría de vivir, eco de la naturaleza fuente de vida. Una flor descansa sobre un guijarro. Se abre allí y le regala una fragancia excepcional, luminosa, esencial.
Una nota de salida chispeante que firma el perfume con el nombre de la frase fetiche de KENZO.
Un floral afrutado, acidulado. Una salida florida Jazmín-Magnolia se redondea con una nota almendrada Flor de Cereza y se abre en una bocanada con acentos afrutados de Grosella negra y Mandarina, salpicada por Cedro y Vetiver. Por Daniela Andrier.